Los primeros momentos del día marcan la jornada y pueden entrenarse.
Los primeros segundos en los que abrimos los ojos y despertamos a una nueva jornada son vitales para marcar el rumbo del día, para bien o para mal. En el ámbito profesional, sobre todo para quienes tienen responsabilidades en las empresas, levantarse con energía positiva impulsa las tareas. Así lo afirma Juan Merodio, CEO de Tekdi, Instituto de talento y profesiones digitales, elegido como uno de los Top Influencers de Linkedin. «En esos tres segundos, que apenas parecen nada, es cuando se generan los primeros pensamientos que marcan el día. Si son positivos, favorecen la jornada», explica.
Merodio acaba de publicar La regla de los 3 segundos. 30 días para convertirse en quien quieres ser (La Esfera de los Libros), una hoja de ruta para aplicar a lo largo de un mes. No promete milagros sin esfuerzos. Parte de una premisa que empresarios y directivos conocen bien: el compromiso, la piedra angular para alcanzar los objetivos.
El primer enemigo a batir es el estrés. Esos tres buenos segundos se consiguen en realidad la noche anterior: en el momento de acostarse. «Es esencial aprender a desconectar del trabajo para tener un buen sueño. Hay que buscar algo relajante, música, meditación, incluso algo que nos haga reír, como un podcast«.
Respecto a la escucha activa, Merodio admite que «los mejores directivos que conozco son los que menos hablan y más escuchan. Cuando prestas atención, recoges información y aprendes; cuando sólo hablas, no asimilas nada, incluso puede que digas algo de más».
Móvil en modo avión
Este experto en transformación digital y redes sociales considera que hay otro entrenamiento beneficioso a la larga, lo que él llama detox de las redes y los dispositivos electrónicos. No es incongruente: «Hay que aprender a gestionar este aspecto de nuestra vida. De lo contrario provoca falta de concentración». Un buen consejo, que practica el autor, es poner el móvil en modo avión cuando hay tareas que requieren la máxima concentración.
El uso de grupos de WhatsApp como herramienta de trabajo tiene el peligro de que se mezcle lo urgente y lo importante. «Hay temas que, aunque sean importantes, no son urgentes. Hacer esa distinción también requiere de un entrenamiento, porque un mal uso por parte del grupo y una acumulación de mensajes sin contestar multiplica la ansiedad».
El estrés se lleva del despacho a casa y es frecuente que ronde las almohadas y dificulte el sueño. Si nos acostamos estresados, esos tres segundos del despertar llegan con un defecto de serie. «Desde mi experiencia, lo fundamental es generar hábitos y este libro es un compañero durante 30 días que ayuda a resetear y marcar rutinas beneficiosas».
