El ecosistema ‘cripto’ extiende sus tentáculos de forma imparable. España ya es el cuarto país del mundo con más criptocajeros, pese a las limitaciones legales que rodean a las cibermonedas. La fiebre inversora por las cibermonedas ha convertido a España en el cuarto país del mundo por número de criptocajeros. Este auge contrasta con la falta de regulación, las limitaciones legales para cobrar en criptodivisas y la baja aceptación de los comercios para admitirlas como medio de pago. Las advertencias del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) respecto a las criptomonedas, dada su alta volatilidad y su falta de regulación, no han evitado la creación de un mundo paralelo en el que tampoco el tradicional sector financiero quiere quedarse atrás. Las revalorizaciones sin precedentes de las ciberdivisas, cuyo mayor exponente es el bitcoin (que recientemente pulverizó récords en 69.000 dólares), atraen a inversores en busca de rentabilidad dado el escenario de tipos bajos existente. Un 14% tiene criptos El boom de las criptodivisas, un producto que el Banco Central Europeo (BCE) define como «exuberante», ha provocado que en el último año su uso en el mundo se haya disparado un 881%, según la firma de análisis de blockchain Chainalysis. En España, el 14% de los inversores entre 35 y 60 años ya tiene dinero en criptodivisas. Un dato significativo si se compara con el 8,2% que apuesta por la inversión en bonos y un 5% por las letras del Tesoro y la deuda pública, según un informe de Bestinver y el IESE. No obstante, pese al terreno que están ganando las cibermonedas, se sigue invirtiendo más en planes de pensiones (70%), acciones (51%) y fondos (48%). La Asociación de Usuarios Financieros, Asufin, asegura, por su parte, que 1,15 millones de españoles ha invertido a título individual más de 6.000 euros en criptodivisas y el 41%de los inversores lo considera una apuesta segura, dado que un 59,3% declara que está consiguiendo beneficios. De hecho, un tercio de los españoles tiene pensado comprar criptomonedas, ya que cree que son el futuro de la inversión, según el bróker de criptodivisas Coinmotion, que también asegura que España es el quinto país del mundo donde los inversores obtuvieron mayores beneficios del bitcoin en 2020, por delante se sitúan Estados Unidos, China, Japón y Reino Unido. Sergio Gualix, fundador y CEO de la plataforma de criptomonedas Oubita, asegura que «la criptoeconomía está en alza, a falta de que exista una regulación sólida». Por eso, considera que «es positivo» que el Banco de España haya habilitado un registro para todas las entidades proveedoras de servicios de criptomonedas. Gualix explica que es una ventaja competitiva contar con la licencia que certifica una legalidad y una operativa transparente y confiable. Los operadores que no se registren pueden acarrear multas de hasta 10 millones de euros. El objetivo de esta medida es prevenir el uso de las criptodivisas como vía para el blanqueo de capitales y reforzar el control tributario de las operaciones con estos activos, que están sometidas al pago de impuestos como pérdidas y ganancias patrimoniales, y pagan hasta el 26% en el IRPF. España, el cuarto país con más criptocajeros Mientras la red de cajeros automáticos de España continúa adelgazando, el uso exponencial de las divisas digitales ha multiplicado las terminales de criptocajeros a pie de calle. Estos cajeros de monedas virtuales permiten sobre todo comprar criptomonedas mediante el ingreso de euros o el pago con tarjeta, pero en algunos también se pueden vender criptos y retirar euros. Desde que se instaló el primer cajero de criptomonedas del mundo en Vancouver (Canadá) en 2013, se ha producido una ola de instalaciones a nivel global. España es ya el cuarto país del mundo con más cajeros de este tipo. Cuenta con 187 criptocajeros (más del doble que hace un año), según los últimos datos de Coin ATM Radar. Por delante, figuran El Salvador con 205 (después de que en septiembre se convirtiera en el primer país del mundo en aprobar el uso del bitcoin como moneda de curso legal), Canadá con más de 2.100, y Estados Unidos, con más de 28.000. Por ciudades, Barcelona lidera el ránking de cibercajeros dentro de España, con 43 terminales, seguida por Madrid, con 26, donde uno de los últimos en instalarse ha sido el de Paseo de la Habana. Palma de Mallorca tiene 16 criptocajeros, Málaga 15, Sevilla 10, Valencia 8 y Bilbao 6. El sector financiero, atento El sector financiero no quiere perderse el furor que están causando las criptomonedas y bancos y gestoras están preparando la maquinaria para subirse al carro del mundo cripto, al tiempo que el marco regulatorio se desarrolla. En cualquier caso, la banca permitirá la compra y la venta de criptodivisas, pero no asesorará. Santander será el primer gran banco español que dará acceso a las cibermonedas a sus clientes a través de productos regulados. Les ofrecerá fondos cotizados (ETFs) y productos negociados en Bolsa (ETP) especializados en distintas criptodivisas. Antes de comercializar fondos de bitcoin, las entidades deben tener la autorización por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). BBVA, por su parte, se convirtió en junio en el primer banco tradicional de la zona euro en lanzar la compraventa de bitcoins a través de su filial en Suiza, un servicio que ampliará a España cuando la normativa esté definida. Mientras, Cecabank entrará en el negocio de la custodia de las criptomonedas. Algunos de los neobancos que sacan partido a la fiebre de las criptodivisas son Bit2Me y Bnext. Las gestoras de fondos también se han sumado a la moda de las ciberdivisas. Así, ya se puede invertir en futuros de criptomonedas en dos fondos de BlackRock (la mayor gestora del mundo) que están disponibles en España. ¿Quiénes lanzan su cibermoneda? La explosión de criptodivisas se debe, en parte, a que cualquier persona con conocimientos sobre blockchain puede generarlas. En España, hay varios los ejemplos de cibermonedas creadas. Entre ellas, destacan las de start up de criptos que han lanzado ya su propio token, como BitBase, Bit2Me, 2gether, Internxt o Brave. En el mundo deportivo, equipos de fútbol como el F.C. Barcelona, el Atlético de Madrid y la selección española cuentan con su propio token con el que pretenden impulsar la participación